Noticia vigente

Al son de un conteo regresivo, se pasa de una cifra a otra para indicar la llegada de un nuevo año; los buenos deseos, propósitos y anhelos, florecen nuevamente en los corazones. La noticia que permanece vigente no es la bienvenida al año nuevo; pues el correr de los días y la instalación de los primeros meses, desvanece la eufórica alegría de desear feliz año una y otra vez.

Tras cada palabra, impartir lo mejor de los mejores deseos; queda nuevamente guardado en el profundo y secreto cuarto que albergan los corazones. ¿Entonces, cuál es la noticia que permanece vigente y no pierde su sentido con el correr de los días?

Es aquella que te lleva a conocer AL QUE ES AMOR, que anuncia que con amor eterno eres amado, la buena nueva es aquel suceso en una cruz, haciendo que un corazón compungido al sentir la necesidad de Dios; no quiera maltratar más su vida y se impulse hacía un cambio, cambio, en el que se elige el agua para el cuerpo y la sangre de Cristo para el alma, esa noticia no pierde sentido si después de proclamada el día uno, se alza voz y se pregona el día veintisiete, o el día noventa y seis, o el día trecientos sesenta y cinco del año.

OK. Expresaron algunos oídos, pero ya se escucha el sonar de las campanas, también se aproximan las voces que unas a otras se llaman; para anhelar feliz y próspero año nuevo, que metas, sueños y deseos, sean cumplidos con tu esmero.

Mientras tanto, otros muchos órganos de la escucha, dicen que no esperaran sonar campanas, que aguardan el retumbar de una trompeta final, que marcará el comienzo de una vida celestial. Cuentan, que muchas voces braman la noticia; preparar, perseverar, atrás nunca regresar, sólo Cristo te puede guiar a la Jerusalén celestial.

Los insensatos ojos expresaron, tanto tiempo y no sucede, ¿si no ha perdido su sentido, por qué será que no se cree? la aboca anuncia una vez más, pasa que faltas tú, entiende pronto la noticia y será puesto tu deseo; en reservar una morada donde el corazón no sufre y los ojos no se empañan, a largo tiempo transcurrido larga ha sido la oportunidad, pero ya sabes lo que dicen: cielo y tierra pasarán, pero mis palabras . . . no pasaran.

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